Españoles en Valparaíso
Los invito cordialmente a dar un vistazo retrospectivo de cómo ha sido el devenir de la formación de nuestra colonia española en nuestro querido, viejo, patrimonial y acogedor Valparaíso y su coqueta y hermosa hermanita menor: Viña del Mar.
Nuestros antepasados fueron llegando en diversas oleadas a través del tiempo, el último arribo masivo de emigrantes fue aproximadamente cincuenta años atrás. Al llegar al puerto de Valparaíso la gran mayoría quedó prendado por su belleza increíblemente desparramada desde sus empinados cerros hasta su bellísimo y generoso mar, y por qué no decirlo de sus amables habitantes y de los españoles emigrante que los precedieron. Muchos de ellos decidieron avecindarse, trabajar y formar sus hogares en esta bendita tierra, así fue como se abocaron y esmeraron sus esfuerzos en las más diversas actividades del comercio y la industria instalándose con agencias, tiendas de telas y ropas, zapaterías, ferreterías, librerías, las infaltables panaderías y la más increíble gama de actividades. También arribaron intelectuales y artistas que fueron transcendentales en el desarrollo cultural de nuestra ciudad.
Aquí llegaron mujeres y hombres de todas las regiones de España de todas las provincias de todos los pueblos y de los mas recónditos villorrios, en este maravilloso crisol todos ellos se amalgamaron de tal forma que muchos de ellos aprendieron en esta tierra el verdadero amor a España y a sentirse orgullosamente españoles sin perder el amor a su terruño que los vio nacer, y el agradecimiento a este país que los acogió como verdaderos hijos. Eso es lo que nos legaron a nosotros sus descendientes, los que en gran parte hoy día formamos la colonia española de Valparaíso y Viña del Mar bajo el alero fraterno del «Club Unión Española» en el Estadio Español de Valparaíso-Viña del Mar.
Esta institución hispánica, ejemplo latente del esfuerzo, convicción y fe en el futuro y en nuestra juventud, es el resultado visionario de un grupo de destacados y esforzados españoles residentes, quienes trabajaron incansablemente para unificar todas las instituciones hispánicas de Valparaíso y Viña del Mar, como por ejemplo: «Club Español de Valparaíso», «La Casa España o Centro Español«, «Club Unión Española de Deportes» y algún otro que se me pueda escapar. Es bueno recordar y agradecer a nuestros antepasados, que no solo se dedicaron a trabajar y consolidar su patrimonio económico, sino que al poco de arribar a esta tierra y consolidarse como una colonia, empezaron a surgir las inquietudes propias de la raza española.
Es así como se creó la “Bomba España” formada y mantenida hasta hoy gracias a labor valiente y desinteresada de sus bomberos voluntarios siendo la expresión máxima de la entrega solidaria y quijotesca para el resguardo ciudadano, también formaron otras instancias de beneficencia como «Las Damas Españolas», «Los Socorros Mutuos», «Sociedad de Beneficencia Española» y muchas otras obras a favor de los necesitados, muchas de ellas en forma anónima.
También se preocuparon, además de las entretenciones sociales y deportivas de grandes actividades artísticas y culturales, es así como se formaron compañías de teatro y de radio teatro compuestas por entusiastas aficionados y aficionadas, también podemos mencionar los grupos de canto y de bailes flamencos y regionales donde se han mantenido siempre las tradiciones hasta nuestros días, con un entusiasmo increíble de quienes participan en estas escuelas pensando que muchas y muchos de los que hoy están bailando y manteniendo esas tradiciones son nietos, bisnietos e incluso ya participan tataranietos de los emigrantes llegados de España hace ya tantos años.
Es importante señalar que los descendientes de estos emigrantes, además de haberse mezclado con personas de diferentes regiones de España —como andaluces con riojanos, riojanos con vascos, y vascos con asturianos, entre otros— han creado una rica diversidad cultural.
Un buen ejemplo de la diversidad de actividades en las que nuestra colonia y sus descendientes tienen una presencia destacada es el siguiente: nuestro obispo diocesano, Monseñor Gonzalo Duarte Díaz de Cortázar, es andaluz por parte de padre y vasco por parte de madre. Este enriquecedor trasfondo cultural permite que, bajo el alero del Estadio Español, nos reunamos los hijos, nietos y bisnietos en diversas colectividades, donde nos esforzamos por mantener vivas nuestras costumbres, cultura y tradiciones. Hoy en día nos enorgullecemos de tener ocho Colectividades organizadas, estas son: “Centro Cultural Andaluz de Chile”, “Colectividad Asturiana”, “Colectividad Cántabra”, “Centre Catalan”, “Lar Gallego de Valparaíso”, “Colectividad Madrileña”, “Centro Riojano” y “Colectividad Vasca”. Bien, esperando que esta breve reseña sirva para mantener vivos algunos recuerdos y esperanzas en el futuro me despido de ustedes con un gran abrazo en la confraternidad hispánica y un gran grito de:
¡Viva España!, ¡Viva Andalucía! Y que nuestro buen Padre Dios las proteja para siempre.
Juan Pablo Paniagua Romano – Presidente Honorario «Centro Cultural Andaluz de Chile»