María Coloma es una mujer dedicada y amante del Arte Flamenco, es una gran Maestra de Escuela Flamenca; en su currículum se mencionan la Escuela Bolera, Escuela de Taconeo y Castañuelas, entre otros. También es una gran diseñadora de alta costura, de trajes españoles tanto flamencos como regionales.

Además, desde noviembre de 2000, aceptó ser la maestra de bailes de la Colectividad Andaluza, Hoy Centro Andaluz de Chile. Lo que partió como una humorada se transformó en un reto; no es tan fácil controlar a un grupo de jóvenes alumnos ansiosos por aprender, pero la fuerza y tesón que ha puesto en su enseñanza le han valido muchos reconocimientos en sus actuaciones, desde las reuniones de socios hasta presentaciones en las celebraciones de nuestras festividades "La Gran Noche Andaluza" y la "Festividad de la Virgen del Rocío". Sus inicios en el arte flamenco comienzan al año 1963, fecha desde la cual no ha dejado de bailar el Flamenco puro, aquel que tiene garbo, que se muestra con coraje. En su rostro es posible apreciar la entrega y pasión de sí misma para lograr lo que es ahora: "Una Gran Maestra". En su trayectoria de 38 años hasta la fecha, primero como alumna y la gran maestra que es ahora, nos dimos cuenta que ella sigue siendo alumna... aunque sea difícil de creer. Además, ha tenido la oportunidad de asistir a variadas presentaciones y clases magistrales de personajes famosos como el primer bailarín de Cristina Hoyos, y ha participado en las academias de Paco Mairena, José Luis Sobarzo, entre otros. (si nombráramos toda su trayectoria, tengan por seguro que ocuparíamos muchas planas en este pequeño homenaje)

Tuvimos la oportunidad de apreciarla en dos facetas casi antagónicas, como 'maestra' y como alumna de nuestro conocido Fernando Sebastián Irarrazabal del Castillo, socio de nuestro Centro Cultural Nadaluz, su 'maestro' (como ella le llama), nos comenta que "dentro de la academia (de Fernando), el respeto es fundamental, por lo tanto, yo le llamo maestro. Fuera de la academia, somos amigos, nos tuteamos, etc., todo lo que quieran, pero mientras tanto..."Dentro de un tablao, nuestra "profe" (como cariñosamente le llamamos) se transforma en una alumna entusiasta que sigue atentamente al Maestro en todos sus pasos. Y es que tampoco se cansa de practicar: irrumpimos en la Academia de Fernando Sebastián un día sábado, ella puntualmente a las 5 de la tarde se encuentra ensayando en el Teatro Municipal junto a las pequeñas de la academia; luego continúa con el segundo grupo, para terminar con los más avanzados - que por lo general, se quedan hasta las 9 y media -. Casi 5 horas sin interrupción de ensayos, bailes, taconeos y posturas.

Le preguntamos al respecto: ¿Por qué tanta práctica y tanto perfeccionamiento si ya fue nombrada profesora y se tomó tantos años en lograrlo? - Con mi experiencia profesional puedo decir que el flamenco no tiene límites, nunca se deja de aprender, siempre hay algo más, ya sea para practicar o perfeccionar aún más la técnica, ya que nadie se las sabe todas... El flamenco es un sistema de vida, siempre se está con él - trabajando, mirando, pensando, captando todo lo que sea útil para cultivar este sentir. Las fotografías hablan por sí solas. Donde sea, María Coloma desborda su pasión por la piel. Basta observar detenidamente las expresiones y las posturas para opinar: definitivamente, ama el baile... y ama practicarlo. La otra cara de la moneda: nuestra maestra en acción. Siete y veinte de la tarde. María Coloma cruza la puerta del Club Unión Española con su bolso, directo hacia el salón donde comenzará una nueva e intensa clase. El arsenal de cassettes espera sobre una mesa, la profe busca el repertorio del día: "no podemos revelarlo, es sorpresa". Todo listo; los bailaores se ubican en sus lugares, solo las imágenes nos muestran algo María Coloma se ubica en el centro, y guía a los alumnos, mostrándoles las coreografías. Con o sin música, eso no es problema.A la hora de enseñar, podemos decir que nuestra Maestra es muy exigente, aunque nunca tanto como mi maestro (nos dice ella). Sus alumnos la observan atentamente, y aunque al principio resulta un tanto complicado, María Coloma se da el tiempo - y la paciencia - de enseñarles personalmente. Es el final de un agitado día. Frente a una humeante taza de café, la profe nos enseña algunas fotografías de dos de sus grandes pasiones: el baile y la confección de trajes de alta costura.Es un día de la semana, hemos irrumpido en la paz de su hogar para llenarla de preguntas. El ambiente es perfecto: de fondo, un disco compacto de "Los ecos de España", el sonar de las castañuelas parece envolver la sala, y la profe disfruta la música, la siente dentro de su sangre, y en su sillón parece bailarla mentalmente. Nuestro reportaje no estuvo exento de sorpresas. Ha participado en numerosas presentaciones de su academia de bailes "Cata de Santa Coloma" como invitados y como participantes. En cada una de esas presentaciones ha mostrado su sello característico, tanto bailando en solitario como en pareja. Ella misma confiesa: "Nunca dejaré de bailar..."